La vida de un famoso si nos entramos en detalles de observarlos, vemos que asombran con su andar tan intenso y desequilibrante como si fuese el ultimo día, de diferentes maneras posibles.
Están quienes se encierran en sus propios miedos y recuerdos; no toman el riesgo de reírse continuamente, compartir, amar ni relacionarse. Instauran y dotan sus propias barreras evitando que alguien entre en sus vidas, con temores difíciles de maniobrar y controlar.
Solo se permiten vivir para trabajar. El resto lo encuadran en un mundo cerrado de desconsuelo, adicciones, relaciones extrañas, melancolía o decepciones. Todo lo arman y desarman según sus estados de ánimos, sin interesarles que quienes estén a su alrededor, puedan ser afligidos o dolidos.
Pero también están quienes la viven a su manera sin importar lo que los demás piensen, a su estilo teniendo el valor para hacerlo. Alimentan sus sueños que los mantienen despiertos, aman lo que hacen y se apasionan con su forma de ser.
Disfrutan de los pequeños detalles, las cosas simples, improvisan a su manera, eligiendo vivir. Son curiosos para abrirse a nuevas puertas, conocer nuevos personajes, recibir, aprender y dar mucho de ellos mismos sin importar el beneficio que les traiga. Mantienen sus pensamientos sobre sus posturas.
Cualquiera de todos ellos elijen una forma de vida; para ambos es difícil casi imposible vivir en el anonimato. Y por indigna o interesante que se vea, es el ritmo que seguramente los traslada a vivir ser reconocidos y nada ausentes por la sociedad.